Por amor y al chile
A inicios
de este año (2019) se me ocurrió sembrar chiles, mi trabajo siempre ha tenido
que ver con tecnología y nunca había hecho trabajos del campo o de siembra así
que quería intentarlo.
Le conté la
idea a Mar y le pareció fantástico, así que decidió ayudarme y empezamos esta
historia de sembrar unos chiles.
La idea era
crear un cajón bonito para sembrar ahí las plantas y dejarlas en Tocaima (el
pueblo en donde nací) ya que el chile crece bien en tierra caliente.
Cuando
fuimos a Home Center ya era “tarde” en la noche y casi no conseguimos todo
porque ya estaban cerrando el lugar, menos mal Mar fue conmigo porque no tenía
ni idea de cómo elegir la madera y mucho menos de como la debían cortar (yo iba
a pedir que un pedazo de madera me lo cortaran en 4 lados iguales para
construir un cajón, sí, todo un desastre).
Una vez teníamos
los elementos, en semana santa fuimos juntos al pueblo, y empezamos a construir
el cajón en donde iban a estar sembradas las plantas. Para ir al pueblo con
todas las cosas tuvimos suerte que un primo bajaba y lo recogían en carro, así
que nos fuimos en carro y pudimos parar en un vivero donde compramos tierra
abonada (1 bulto).
El proceso
fue muy chistoso porque ninguno de los dos había trabajado con madera, yo en mi
vida había utilizado un taladro y no sabíamos cómo armar el cajón con las
tablas que habíamos comprado, duramos mucho tiempo en la tarde intentándolo y
yo me quedé dormido, Mar estuvo en ferreterías preguntando brocas ya que
pensamos que con el taladro poniéndolo en el tornillo iba a enroscar jajajaja.
Una vez entendimos que a la madera tocaba abrirle los huecos con el taladro y
luego poner los tornillos para unir las piezas ya todo empezó a fluir.






Nos dio las
9 de la noche armando un cajón de madera con ruedas.
Al otro día
nos tocaba devolvernos a Bogotá temprano porque el transporte es pesado para ir
a Bogotá, así que no terminamos de sembrar los chiles en esa ocasión.
Unas
semanas después baje a Tocaima, apliqué el barniz a la madera, eché la tierra y
sembré las semillas. Este fue el resultado.
Una vez
sembrados, empezaron a crecer los chilitos.
Aún no se
ha recolectado la primera cosecha pero ya pronto van a estar listos los chilitos
J.
Me encantó hacer este proyecto con Mar, sin ella nada de esto hubiese sucedido. Que viva el amor, y como dirían nuestros amigos mexicanos "Al chile!".
















Is amazing Love!
ResponderEliminarAmo como todos los frutos toman tiempo...
Amo tú gran constancia.
Y todos los proyectos que vienen.
¡Al Chile!