Escalada en Suesca

Los paisajes de Cundinamarca nos cautivan todo el tiempo que tenemos la oportunidad de ir, en esta ocasión fue Suesca, para llegar desde Bogotá, tomamos en el portal del norte el bus intermunicipal, el trayecto tardo 2 horas y media, el pueblo es muy tranquilo pero desde que llegamos sentimos la emoción de la aventura, como ya sabíamos para dónde íbamos, nos bajamos en las piedras de Sueca, así se llama el lugar donde inicia la aventura, porque también está la opción de ir a conocer un poco el centro del pueblo y luego si ir a las piedras.

Llegamos a la entrada y pudimos admirar naturaleza pura…

En el camino nos encontramos con varias personas que ofrecen servicios de escalada, a nosotros nos costó los dos por $50mil COP (aproximadamente 17 USD), incluye el casco, gatos (zapatos para escalar), el instructor y la línea de vida, lo cual ayuda mucho con el arnés. Hace mucho no escalaba y para Milo fue la primera vez, antes de nosotros lo hizo primero una niña, siento que para los niños es más fácil escalar ya que ellos aún tienen el instinto de ser curiosos y de escalar lo que tengan en frente, ella lo hizo muy rápido, luego se preparó para ascender Milo, para ser su primera vez lo hizo perfecto y lo que también lo ayudo bastante es que él va a Gimnasio y no pierde su físico, subió con gran habilidad para ser una distancia tan grande…

Luego fue mi turno, cada vez que escalo siento que es la primera vez, en cada pisada y al estirar los brazos mi corazón siempre se acelera, es un gran reto el que se tiene que hacer en el momento de realizar el ascenso, me pasa particularmente que mi cerebro piensa en que no tengo cuerda y así puedo exigirme mucho más, intento no parar, pero el recorrido es muy exigente y las manos tiemblan, este es uno de los deportes que disfruto ya que junta todo lo que adoro de la naturaleza, aire puro, deporte extremo, exigencia el 100%, compañía inigualable y por supuesto conexión total.

Al terminar esta actividad ya que el corazón y el cerebro están a mil, tranquilizarse y respirar un poco es necesario para continuar con el recorrido…

La carrilera del tren lo guía a uno para poder comenzar a subir la montaña esta vez en forma de caminata, algo dura pero es toda una aventura encontrar el camino adecuado para llegar, una vez se está arriba se admira el enorme valle que es Suesca y lo gigantes que son sus piedras.

Me encanta subir hasta la cima de cualquier montaña y por supuesto en Suesca, me hace pensar en lo pequeños que son los problemas y en las muchas oportunidades que tenemos de afrontarlos como uno enfrenta los miedos llegando hasta esta aquí.

El descenso es más tranquilo, se encuentran caballos por si quieren realizar el Tour en Caballo, salen desde la entrada y por la parte de atrás suben hasta la cima.

Claramente después de tanto caminar, en la salida de las piedras se encuentran diferentes restaurantes, para todos los gustos, les dejo de tarea que encuentren en donde está la mejor pizza de Suesca.

Posdata para Milo: ¿Y tú que sentiste escalando?...